Arranqué pilas, todo salió perfecto durante las 2 primeras horas de la mañana, chicos al cole sin complicación y yo... Rapidito al tren Belgrano... El Belgrano, para quien no lo vive, ya que no es lo mismo conocerlo que vivirlo, es decir viajar unos 260 días al año aproximadamente ida y vuelta, es un fiel reflejo de la sociedad en la que vivo. Es un espacio ideal para estadistas. Podes hacer estadísticas de población por género, edades, estudios, lo que se te ocurra.
Volvemos al día de hoy, llega el tren, a lo lejos parece estar cargado, ya que vienen en promedio 6 personas colgadas de los estribos de cada puerta, pero cuando frena, dentro del tren esta vacío, están todos acumulados en las puertas.
Me digno a esperar, bajan hombres, mujeres, niños, bebes, ancianos, mujer con carrito de bebe, chico con patineta, mujer con perro, hombre con herramientas, mujer con valija grande como un placard...... ahhh no no, no bajó... Se queda en la puerta, "señora... Baja?".. Contestación... "nooo bajo en la próxima, es que atrás no hay lugar". Bueno, respiro profundo, no creas que el respirar profundo es un método que uso de relajación, lo hago simplemente para tomar mucho aire y poder aguantar lo mas posible sin tener que oler la mezcla de perfumes y otras cosas que sentís al entrar... Y a los empujones entro al fondo.... Sin piedad, sin importar cuantas mochilas, bolsas, pies piso; cuantos codazos incrusto en barrigas hinchadas, sin importar cuantas maldiciones me digan... Y diciendo a mi paso "el que se queda en la puerta que se la banque"...
Pasé... Al fondo... Como todos deberían hacer. Tanto cuesta mirar mas allá de tu nariz?. Bueno... Todavía me falta la vuelta.
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